Comprar o alquilar sigue siendo una disyuntiva difícil de afrontar. En esta decisión, muy ligada con las diferentes etapas naturales de la vida, también influyen las necesidades, aspiraciones o circunstancias concretas, resultando todo ello decisivo a la hora elegir.

Los españoles siguen manifestando una cultura de propiedad muy enraizada en la sociedad. Así, entre la población que se ha investigado y que está en fase de búsqueda de vivienda en el periodo que comprende este estudio, el 65% tiene una vivienda de su propiedad y el 32% de alquiler, pero a la hora de buscar un cambio de casa, el 88% prefiere una vivienda en propiedad, viéndose el alquiler como una solución temporal.
Para el 49% de los encuestados, el principal motivo para tener una casa propia es el deseo de crear un hogar especialmente entre las personas de 18 a 49 años, mientras que para los mayores de 50 años la razón más importante es la búsqueda de una inversión de cara al futuro, con un 47,1%.
Solo un 12% prefiere una casa en alquiler
El alquiler, solo preferido por el 12% como opción, gana algo de terreno entre los menores de 30 años, quienes no viven en pareja, y las personas que se encuentran en situación laboral inactiva. Cabe destacar que un 75,8% de quienes viven de alquiler querrían tener una vivienda propia.

La opción del alquiler, asociada a una mayor libertad y flexibilidad, es la fórmula más elegida por los más jóvenes al realizar sus primeros movimientos de independencia, pero se sigue considerando como una solución temporal, ya que 6 de cada 10 de los menores de 30 años, que prefieren una vivienda en alquiler indican como razón principal, que aún no saben dónde quieren vivir definitivamente.
La inestabilidad laboral y los bajos salarios especialmente significativos en este segmento de la población, hace que se mire al futuro con incertidumbre barajándose un cambio de residencia ante una oferta de trabajo mejor. En estas circunstancias, los jóvenes prefieren una fórmula flexible de vivienda que no les limite su movilidad geográfica.
La inestabilidad laboral y los bajos salarios especialmente significativos en este segmento de la población, hace que se mire al futuro con incertidumbre barajándose un cambio de residencia ante una oferta de trabajo mejor. En estas circunstancias, los jóvenes prefieren una fórmula flexible de vivienda que no les limite su movilidad geográfica.
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Fuente: I Observatorio de la Vivienda CENTURY 21