La subida del precio de la vivienda en los últimos meses ha empezado a trasladarse al bolsillo de los ciudadanos, que cada vez piden mayores préstamos para adquirir un piso. Las mayores facilidades que dan las entidades financieras, así como los bajos tipos de interés incentivan a muchos ciudadanos a pedir créditos algo mayores para afrontar la compra de vivienda.

La subida de precios también ha hecho que la accesibilidad a la vivienda en propiedad sea más difícil. Según los datos del Banco de España, comprar una vivienda exige a los españoles un importe equivalente a su renta de 7,17 años, lo que supone la máxima exigencia desde diciembre de 2011. El dato, correspondiente al primer trimestre de 2018, no ha dejado de subir en los últimos tres años, debido a la conjunción de dos grandes factores: la recuperación del precio de la vivienda y el estancamiento de los salarios. leer más
fuente: eleconomista.es