Piscinas naturales, ríos, pozas y pantanos donde refrescarnos en plena naturaleza. A menos de dos horas de Madrid capital, con lo que sería posible hasta ir y volver en el día. Todas son gratuitas (salvo que indiquemos lo contrario) . Si no queremos aglomeraciones o agobios a la hora de entrar, convendrá madrugar o ir entre semana.

Pantano de San Juan (San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, en Madrid) – 1 hora y 7 minutos
Un clásico de Madrid . Lo primero que veremos al llegar por la carretera de los pantanos (M-501) es La ardilla roja , el camping que inmortalizó Julio Médem en su película homónima. La playa de Virgen de la Nueva consiguió en 2018 ser la primera ‘playa’ de la Comunidad de Madrid en ser reconocida con bandera azul, renovando en 2019. Y, aunque no sea deseable, en las épocas de sequía asoma a la superficie la torre de la ermita Virgen de la Nueva, abnegada por las aguas del Alberche.Son numerosas las personas que cruzan el pantano en lancha o moto acuática. Hay varios chiringuitos a lo largo de sus diversas zonas de baño, que estarán menos masificadas conforme nos alejemos de la presa. También es muy recomendable subir hasta el Mirador del Conde de Miranda para ver la panorámica del enclave.

Las Presillas (Rascafría, en Madrid) – 1 hora y 28 minutos
Esta zona de baño (km. 28,6 de la M-604) debe su nombre a las diversas presas que van reteniendo las frescas aguas del río Lozoya de forma escalonada, dando lugar a tres piscinas naturales consecutivas (la última, con una pequeña isla en el medio) . Las cascadas que se crean en el trasvase de una a otra se usan como masaje acuático por los menos frioleros.Amplias praderas de césped donde dejar la toalla, chiringuito, kiosco, merenderos y aseos. La entrada es gratuita, pero estacionar el coche en el parking vale 5 euros. Aquí comienza además la ruta hacia las Cascadas del Purgatorio , aunque si queremos hacerla en verano tendrá que ser a primera hora del día o a última de la tarde para evitar el calor.

Las Berceas (Cercedilla, en Madrid) – 1 hora y 6 minutos
Dos piscinas conectadas en mitad de la Sierra de Guadarrama, rodeadas de pinos silvestres. El complejo está enclavado en el Valle de la Fuenfría. Sus 30 hectáreas de extensión cuentan con merenderos, vestuarios, duchas, aseos, bar y enfermería, además de una amplia zona de césped en cuesta donde tomar el sol. Podemos meter comida y bebida, pero no animales.La entrada general cuesta 6 euros (7 euros fines de semana) . Los más pequeños pueden disfrutar de un parque multiaventuras en una zona anexa ( Aventuras Amazonia ). El parking se suele masificar, así que el ayuntamiento de Cercedilla ofrece autobuses gratuitos desde su casco urbano los fines de semana y festivos.

Playa de Estremera (Estremera, en Madrid) – 56 minutos
En las afueras de Estremera, el pueblo más oriental de la Comunidad de Madrid, encontramos esta área recreativa a orillas del río Tajo. Cuenta con quiosco, merenderos y columpios para niños. También ofrece la posibilidad de hacer rutas en kayak. Se pueden llevar perros, siempre que no vayan sueltos.Para llegar: Autovía del Este (A-3, la carretera de Valencia) hasta llegar a Fuentidueña de Tajo, donde nos tendremos que desviar por la M-240 dirección Estremera. Al coger la M-241 hacia la izquierda, pronto tendremos que salirnos a la derecha por el camino que indica el cartel de “quiosco-playita”.

Embalse del Burguillo (El Tiemblo / El Barraco, en Ávila) – 1 hora y 44 minutos
Lo más parecido a una playa que encontraremos en Ávila . Y como tal, carece de zonas de sombra, así que es imprescindible llevar sombrillas o cualquier otro invento para no achicharrarnos bajo el sol justiciero.Para llegar basta con ir por la carretera de los pantanos (M-501) y desviarnos hacia El Tiemblo al llegar a San Martín de Valdeiglesias por la N-403. Nos toparemos con la inmensidad de sus aguas entre este pueblo y el siguiente, El Barraco. Junto a la carretera tenemos un chiringuito con terraza a modo de mirador donde comer y/o tomar algo con la panorámica del embalse.

Piscina natural de Arenas de San Pedro (Arenas de San Pedro, en Ávila) – 1 hora y 51 minutos
Atravesando Arenas de San Pedro dirección El Hornillo (AV-P-711) pronto veremos a la derecha de la carretera el parking de sus piscinas naturales. El agua del río del Arenal está aquí represada con todas las comodidades de una piscina normal: escaleras para acceder al agua (bastante fría) , rampa para personas con movilidad reducida, praderas de césped donde plantar la toalla y restaurante. Abre del 1 de mayo al 10 de septiembre y su restaurante ofrece paellas, tapas y raciones. Ideal para ir en familia.

Charca de la Nieta (Piedralaves, en Ávila) – 1 hora y 31 minutos
Piscina natural de aguas gélidas donde se represa la Garganta del Nuño Cojo. Siguiendo por la carretera de los pantanos (M-501) nos metemos a la derecha al llegar al pueblo de Piedralaves y seguimos las indicaciones (está a unos cinco minutos) . Enseguida veremos sitio para aparcar junto a la carretera. A una orilla, unas gradas donde dejar la toalla para secarnos o tomar el sol, además de una enorme roca desde la que la gente suele saltar al agua. A la otra, un chiringuito con bocatas y raciones donde comer o echar unos botellines.

Boca del asno (Valsaín, en Segovia) – 1 hora y 25 minutos
En la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama encontraremos esta área recreativa en torno al río Eresma. Está en mitad de los Montes de Valsaín, declarados Reserva de la Biosfera en 2013, y se accede desde el Puerto de Navacerrada.Tiene merenderos, chiringuitos y hasta un centro de interpretación. Se pueden llevar perros, siempre que vayan atados. El agua discurre entre dos paredes de piedra, así que el sol deja de darle a una hora temprana. Punto de partida también para rutas de senderismo y a caballo.

Pantano de Buendía (Buendía, en Guadalajara) – 1 hora y 34 minutos
Junto al pueblo de Buendía, este pantano homónimo ofrece bajo la sombra de sus pinares el lugar ideal para que los amantes de la furgoneta y las autocaravanas pasen el fin de semana.Lo más llamativo es recorrer en sus orillas la Ruta de las caras , una veintena de rostros gigantescos esculpidos en la piedra salvaje por dos artistas locales. También tendremos merenderos si llevamos nuestra comida. Si no, en el pueblo hay multitud de bares y restaurantes (especialmente recomendable la Casa de las médicas , que también cuenta con apartamentos y casas rurales) , además de piscina municipal. Un lugar muy frecuentado también por los aficionados a la pesca.

Garganta Alardos (Madrigal de la Vera, en Cáceres) – 1 hora y 59 minutos
Hay hasta seis zonas de baño habilitadas en las orillas de la Garganta Alardos a su paso junto a Madrigal de La Vera, que sirve de frontera entre Cáceres y Ávila en esta zona de Gredos.Todo el parking es zona azul, así que si no queremos pagar nos tocará dejar el coche en el pueblo e ir andando. Está lleno de restaurantes, chiringuitos, campings y hoteles, así que dispondremos de todos los servicios.La estampa más fotografiada es la que ofrece el empedrado puente del siglo XVIII, que cruza por encima de la piscina natural. Para acceder tenemos que coger el desvío nada más entrar al pueblo a la derecha, justo al pasar el puente que salva la garganta.
Imágenes de Conde Nast Traveler
Fuente: https://www.traveler.es/